¿Es cierto que existen los espíritus?
Los seres inteligentes del Universo, aquellos espíritus que vivieron en la Tierra y en otros mundos, nos visitan e influyen sobre nuestras vidas mucho más de lo que podamos imaginar, como indican los Espíritus Superiores en contestación a la pregunta 459 realizada por Allan Kardec en el “libro de los Espíritus”, la obra de la Codificación Espírita más importante del Siglo XIX.
Son las almas de los que vulgarmente nos formamos una idea equivocada; no son estos como creen algunos, seres vagos e indefinidos, ni llamas de fuegos fatuos o fantasmas de cuentos. Son seres semejantes a nosotros, o mejor dicho son nuestra realidad después de la muerte del cuerpo físico.
Los espíritus se encuentran en todas partes, los tenemos a nuestro lado influenciándonos.
Cada espíritu es una unidad indivisible, y que desde que fue creado ha pasado por diferentes etapas de evolución, durmiendo en el mineral, agitándose en el vegetal, soñando en el animal y despertando en el hombre. Y por difícil que pueda parecer, los espíritus no tienen fin.
Atraviesan la materia, lo penetran todo, el aire, la tierra, el agua y hasta el mismo fuego les son igualmente accesibles.
Pertenecen a diferentes órdenes según el grado de perfección a que hayan llegado. Puede decirse que existen tres órdenes: Espíritus puros; la materia no tiene ninguna influencia sobre ellos. Poseen una superioridad intelectual y moral absoluta sobre los Espíritus de otras órdenes. Espíritus buenos; predominio del espíritu sobre la materia y deseo de hacer el bien. Sus cualidades y poderes para el bien están en proporción al grado al que han llegado. Espíritus impuros; predominio de la materia sobre el espíritu. Propensión al mal, ignorancia, orgullo, egoísmo y todas las malas pasiones que de él se derivan.
Los espíritus pueden manifestarse de muchas formas: Entre otras por la visión, por la audición por las materializaciones. Aquellos que se manifiestan a la vista se presentan generalmente bajo una forma análoga a la que tenían en vida, pero vaporosa. Otras veces esta forma tiene la apariencia de un ser viviente, hasta el extremo de que en ocasiones se les ha tomado por personas de carne y hueso. Con las cuales se ha podido hablar y cambiar apretones de manos, sin saber que se trataba con los espíritus, más que por desaparición instantánea delante de los mismos.
La ciencia espírita que se basa fundamentalmente en el estudio del origen, naturaleza y destino de los espíritus así como su relación con el mundo físico, es decir con el mundo material, no es un descubrimiento moderno, ya que todos estos hechos y principios en que descansa, se pierden en la oscuridad de los tiempos. Porque se encuentran sus huellas en las creencias de los pueblos, en todas las religiones y en la mayor parte de los escritos sagrados y profanos. Solo que los hechos observados han sido interpretados con frecuencia con arreglo a las ideas supersticiosas de la ignorancia. Si los espíritus se manifiestan a los vivos, es porque esto es natural y desde luego han debido hacerlo en todas las épocas y en todas partes se hallan pruebas de sus manifestaciones.
En la antigüedad, el estudio de estos fenómenos será privilegio de ciertas clases, que no revelaban, más a que a los indicados. Y recordemos que en la edad media, aquellos que se ocupaban de ellos ostensiblemente eran mirados como hechiceros y los quemaban. Pero hoy ya no hay misterios y a nadie se quema, todo se hace a luz del día y todo el mundo está dispuesto a ilustrarse y a estudiar el Espiritismo.