Entrevista a Juan Miguel Fernández para Mujer Chic Magazine
¿Qué certeza hay de que hay vida después de la muerte?
En las últimas décadas se han producido una serie de acontecimientos que han transcendido hasta nosotros mediante las investigaciones realizadas por diversos científicos basadas en las “Experiencias cercanas a la muerte” (E.C.M.), las terapias regresivas recordando “Vidas pasadas” a través de la hipnosis, la “Transcomunicación Instrumental” (T.C.I.), es decir, las señales recibidas de audio y psicoimágenes de otros planos de existencia distintos a la Tierra y las comunicaciones constatadas de los Espíritus, que utilizando la sensibilidad de los médiums se manifiestan materializándose, así como psicofónicamente y psicográficamente. Todo ello registrado en amplias documentaciones verificadas y acreditadas.
¿Eso significa que somos inmortales?
En este aspecto, todas las religiones, filosofías y doctrinas lo han considerado así a lo largo de la Historia antigua, moderna y contemporánea.
¿Nos podemos comunicar con los muertos?
Naturalmente. Sólo que no están muertos, sigue viviendo su espíritu en otra dimensión, en otro plano evolutivo y son ellos los que se comunican con nosotros. Somos el punto de conexión entre los dos mundos, el espiritual y el físico.
¿Cómo podemos hacerlo? ¿debemos hacerlo?
Todos los seres humanos somos médiums, puesto que es una facultad orgánica de carácter espiritual. Ahora bien, no todos tenemos esa capacidad sensitiva que se precisa para ser instrumento de los Espíritus. En muchos de nosotros permanece adormecida, en letargo.
¿Si debemos hacerlo? Desde luego que para la curiosidad no.
¿La guija es peligrosa? ¿qué puede suceder?
La “guija” fue un instrumento importante a mediados del siglo diez y nueve, en los primeros tiempos del despertar del Espiritismo. A lo largo del tiempo ha quedado “desfasada”, puesto que los Espíritus se manifiestan por la palabra y escritura. Su utilización no ha de ser peligrosa siempre que seamos respetuosos con el “Mundo Espiritual” y no demos oportunidad para que a través de ella se manifiesten espíritus de bajo nivel vibratorio que son evocados para la diversión. Sus consecuencias pueden ser muy nefastas puesto que la sintonía con ellos puede durar mucho tiempo creando problemas patológicos y de obsesión psíquica.
¿Qué hay de la reencarnación? ¿Cuál es su fin?
La reencarnación es la consecuencia de la “Ley de Causa-efecto”. Si observamos a nuestro alrededor vemos las grandes diferencias de vida que existen entre todos nosotros y que si no considerásemos esta posibilidad tendríamos un concepto muy distinto de la Justicia Divina que rige el Universo.
Preguntándonos: ¿Por qué unos ricos y otros muy pobres? ¿Por qué unos están enfermos y otros no?, ¿Por qué unos pasan calamidades y otros viven opíparamente? ¿Por qué mueren los niños y hay ancianos que viven tantos años?
Con las experiencias vividas a través de las reencarnaciones aprendemos todo aquello que precisamos, moral e intelectualmente, para nuestra evolución espiritual.
¿Tenemos por cultura miedo a este tipo de temas?
Si observamos detenidamente la información generalizada de los medios de comunicación, podemos considerar que este tipo de cosas están siempre distorsionadas. No se ajustan a la realidad. No informan con conocimiento alguno, mezclando otros comportamientos interesados donde existen personas que abusan de la necesidad de otras que necesitan saber, desconociendo que el Espiritismo que se basa en el estudio de la naturaleza, origen y destino de los Espíritus y de sus relaciones con el mundo físico, con el mundo corporal. Recordando también que a ciertas religiones nunca les ha interesado informar de la realidad del espíritu para mantener el dominio del ser humano.
¿La mediumnidad es un don un espectáculo de algo que no existe o algo innato del ser humano?
La mediumnidad se nos ha dado primero para confirmar y ratificar la continuidad de la vida, puesto que mediante las comunicaciones mediúmnicas se nos aportan datos concretos constatando la realidad espiritual. También se nos concede para utilizarla en ayuda de aquellas personas que necesitan saber de sus seres queridos que partieron hacia el más allá. Y además para que aquellos otros que se encuentran en el otro plano de la vida confundidos, turbados y confusos sean esclarecidos de su nueva situación a través de las reuniones mediúmnicas.
¿Qué experiencia tiene como espirita con los espíritus? ¿cómo son sus sesiones?
A lo largo de mi trayectoria y debido a la dedicación que practico, la experiencia siempre ha sido muy positiva. He aprendido y aprendo día a día de ellos muchísimo, sobre todo en el comportamiento con las demás personas, percibiendo naturalmente lo que nos espera al otro lado de la vida, y como será según nos comportemos en esta. Hoy somos el resultado del ayer y mañana seremos lo que construyamos hoy. Somos los arquitectos de nuestro futuro.
Las sesiones de trabajo que realizamos en nuestra Asociación están fundamentalmente basadas en la práctica de la caridad espiritual. Recibimos espíritus que se encuentran en una situación distinta y no lo reconocen, puesto que siguen “viéndose” igual que cuando estaban viviendo entre nosotros. Intentamos esclarecerles a través del diálogo que se establece entre el médium que recibe al espíritu y el adoctrinador que habla con el para “despertarle” de su estado, haciéndole comprender la nueva realidad. La mayoría de las veces podemos estar satisfechos de nuestro trabajo. No obstante, hay veces en que los espíritus regresan al mundo espiritual en la misma situación en la que vino debido a su empecinamiento.
¿Qué tipo de mensajes traen?
Los Espíritus Benefactores nos asisten también dándonos informaciones sobre las preguntas que les formulamos. Contestaciones sobre el mundo espiritual, el futuro de la humanidad, sobre el Universo, sobre nuestro comportamiento, sin olvidarnos que frecuentemente nos asisten con recomendaciones para nuestra salud física.
¿Qué le diría a quien no cree en todo lo que usted postula?
Aquellos que estén interesados en aprender deben “buscar”. El Espiritismo no impone, expone, de manera que primero hemos de comprender razonadamente su Doctrina y posteriormente creer, puesto que su ciencia, filosofía y moral no son dogmáticas.
El 18 de abril del año 1.857 fue presentada en la “Galería de Orleans” de París, la obra más importante del siglo IXX, “El Libro de los Espíritus”. Recomendamos su lectura para que aquellos que tengan interés en saber: ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? y ¿Qué hacemos aquí en la Tierra?, encuentren amplias y razonadas explicaciones a sus dudas. Estamos seguros que ello servirá para transformar su futuro comportamiento hacia el bien.
Aquellos otros que aun no les llegó la hora de despertar seguirán dormidos, hasta que por su desencarnación regresen a la Patria Espiritual, origen de nuestras vidas y comprendan entonces que tuvieron la oportunidad de crecer espiritualmente y no lo hicieron por su falta de interés en mejorarse a si mismos.