El Libro de los Espíritus
Transcurría la mitad del siglo pasado, concretamente el día 18 de abril de 1.857, cuando en la Galería D’Orleans de París, en el Palacio Royal, en la librería más importante de la capital francesa, lugar de encuentro de la literatura donde se reunía la flor y nata de la sociedad, fue presentado “El Libro de los Espíritus”, por el eminente pedagogo francés Hipólito León Denizard Rivail, más conocido como Allan Kardec en el mundo Espiritista.
Por visión de los Espíritus era necesario que se publicara allí, porque en aquella época era más valioso ser silbado y rechazado en París que ser aplaudido en el resto del mundo. Eso daría un respaldo literario trascendental al libro, al contenido de la obra madre de la Tercera Revelación, la que contiene los principios fundamentales de la Doctrina Espírita.
Allan Kardec, en su nueva trayectoria como codificador de El Espiritismo en los Prolegómenos de la citada obra decía:
“Fenómenos que se sustraen a las leyes de la ciencia vulgar, se
manifiestan en todas partes y revelan en su causa la acción de una
voluntad libre e inteligente”.
“La razón dice que un efecto inteligente debe tener por causa una
potencia inteligente, y los hechos han probado que esta potencia puede
entrar en comunicación con los hombres por medio de signos materiales”.
“…Preguntada acerca de su naturaleza, manifestó que pertenecía al mundo
de los seres espirituales que se han despojado de la envoltura corporal
del hombre. Así es como nos fue revelada la Doctrina Espiritista”.
“Las comunicaciones entre el mundo espiritual y el mundo corporal están en la naturaleza de las cosas, sin que constituayn un hecho sobrenatural, y por esta razón se encuentran vestigios de ella en todos los pueblos y en todas las épocas, se hallan generalizadas y patentes para todo el mundo”.
“Los Espíritus nos anuncian que han llegado los tiempos señalados por la Providencia para una manifestación universal, y que siendo los ministros de Dios y los agentes de su voluntad, su misión es la de instruir e ilustrar a los hombres abriendo una nueva era para la regeneración de la humanidad”.
“Este libro es la recopilación de su enseñanza; ha sido escrito por mandato de los Espíritus superiores y dictado por ellos mismos para sentar las bases de una filosofía racional, desprendida de las preocupaciones del espíritu de sistema: nada contiene que no sea la expresión de su pensamiento y que no haya pasado por la censura. Unicamente el orden y la distribución metódica de las materias, así como la observación y la redacción de alguna de sus partes, son obra del que ha recibido la misión de publicarlo”.
“Entre los Espíritus que han concurrido al cumplimiento de esta obra, hay muchos que han vivido en épocas diferentes sobre la tierra, donde han predicado y practicado la virtud y la ciencia, y otros que no pertenecen a ningún personaje de quien la historia conserve el recuerdo; pero queda atestiguada su elevación por la pureza de su doctrina y por su unión con los que llevan nombre venerados”.
A través de 1.019 cuestiones, San Juan Bautista, San Agustín, San Vicente de Paul, San Luis, el Espíritu de verdad, Sócrates, Platón, fenelón, Franklin, Swedemborg, y muchos más, nos esponen un verdadero compendio de sabiduría que el desarrollo de los acontecimientos viene confirmando en su integridad desde hace más de un siglo.
Para todos aquellos a los que las incógnitas de sus inquietudes espirituales, filosóficas y científicas permanezcan sin ser despejadas, les recomendamos adentrarse en “El Libro de los Espïritus”. Descubrirán un cúmulo de conocimientos que enriquecerán su vida.
Juan Miguel Fernández Muñoz