Deuda moral con el espiritismo
Artículo redactado por Juan Miguel Fernández Muñoz
En las reuniones espiritistas a las que solemos frecuentar, casi siempre se suscita la situación actual del Espiritismo en España.
Un freno muy importante a la labor de introducción de la Doctrina, como todos muy bien sabemos, es la poca receptabilidad que obtenemos al acercarnos al familiar, amigo, o conocido. En fin a las personas que nos rodean en el día a día y a las que desearíamos hacerles participar de este maravilloso conocimiento que nos envuelve y que alimenta nuestro espíritu.
En la mayoría de los casos nos hemos visto rechazados en el mismo instante de saber que íbamos a hablar de Espiritismo, sin darnos oportunidad siquiera a plantear ningún tema relacionado con él.
En verdad debemos situarnos también en el lugar de estas personas que no conocen la Doctrina nada más que a través de comentarios, reportajes, noticias y bulos aparecidos en prensa, radio y televisión, donde el Espiritismo es confundido y calumniado al mezclarlo con otra seria de actividades ajenas totalmente a él como bien sabemos. Nosotros de no conocer debidamente esta fuente de sabiduría, quizá actuaríamos de forma análoga.
El vocablo “espiritismo”, neologismo creado por Allan Kardec, codificador de la Doctrina de los Espíritus, comprende solamente la doctrina transmitida por los espíritus y con base en eso sus adeptos son denominados espíritas o espiritistas.
El Espiritismo, además de la creencia en Dios, en la inmortalidad del alma, base de todas las religiones, difiere de las demás por fundamentarse también, en la pre-existencia del alma, en las vidas sucesivas o reencarnación, en la comunicación de los espíritus con los hombres y en la pluralidad de los mundos habitados.
La Doctrina de los Espíritus no tiene vínculos de origen africano, fetichismos, otros credos, sectas o rituales de magia, pues no proviene de cualquier forma de sincretismo religioso.
El Espiritismo no es responsable por el uso indebido de la mediumnidad para fines ilícitos y comerciales, una vez que tiene como norma, para todas sus actividades, el “dad de gracias lo que de gracias recibisteis”, recomendado por Jesús.
Si al Espiritismo, bien entendido, se le hubiese dedicado en España, solamente la décima parte del tiempo que se le dedica a otros actos en los que se le relacionan con él, ahora tendría la proyección y la importancia que todos los espiritistas desearíamos y se merece.
Han proliferado últimamente en nuestro País los “videntes” y “futurólogos” que a través de las cartas del Tarot, la bola de cristal, los posos del café, etc. etc., predicen y leen el presente y futuro, siendo estos enmarcados dentro del mundo espiritual.
Y lo peor de todo ello es que los medios de comunicación colaboran apoyando y aplaudiendo estas prácticas. Incluso en el medio televisivo, donde en la mayoría de los programas dedicados a las típicas entrevistas, existen en espacios fijos y de forma continuada la presencia de estas personas que involucran en sus actividades al Espiritismo.
Quedamos atónitos al ver que inclusive la videncia funciona para aquellos que consultan interesándose telefónicamente por su situación personal o la de su familia. ¿Cómo es posible que personas tan exigentes en otros aspectos de sus vidas puedan caer en estas supercherías?
Debemos recordar también, que en el Espiritismo no se contempla el exorcismo para retirar los malos espíritus. Ni sacrificio de animales y mucho menos de seres humanos. No existen altares, imágenes u otros objetos materiales. Tampoco talismanes, amuletos, oraciones milagrosas, danzas, procesiones y otros actos análogos. No es preciso utilizar el incienso, mirra, humo, velas o sustancias que induzcan a cualquier otra práctica.
Es por ello que desde estas páginas nos dirigimos, con toda humildad, pero con todo derecho, a todos aquellos profesionales que de una forma u otra tienen la tarea de informar a través de sus medios de comunicación sobre estos temas, rogándoles muy encarecidamente que sean ecuánimes y veraces a la hora de realizar sus artículos y entrevistas, informándose debidamente para no seguir atropellando al Espiritismo. Separando la paja del trigo.
No han prestado ninguna atención a la Doctrina Espírita. Es más, la han perjudicado frenando su avance e introducción por el confusionismo que a lo largo de los años, han creado al mezclarla con otras cuestiones.
Deberíamos plantearnos también y muy seriamente, con qué intención esto se realiza, si por desconocimiento o por acatamiento.
Cuando nos hemos dirigido por escrito a los directores de diarios o revistas, reclamándoles rectificaciones sobre noticias aparecidas y mal interpretadas en sus publicaciones, no se nos ha prestado ninguna atención. Obteniendo siempre la callada por respuesta.
Somos un colectivo que no hacemos ruido…que no nos manifestamos… que no protestamos…, quizá es por esto que no interesamos.
Pero lo que si deseamos dejar muy claro y para ello debemos denunciar aquí, una vez más, llamando la atención de todas aquellas personas que de una forma u otra representan a los medios de comunicación, es que la prensa, la radio y televisión de nuestro País, tienen una deuda moral con el Espiritismo.
Pedimos y esperamos de ellos, solamente, un trato de objetividad, situando en su justo lugar la Doctrina Espírita, para que no se la vuelva a confundir más a partir de ahora. Los grupos espíritas de toda España, comandados por la Federación Espírita Española, están siempre a la disposición de todos aquellos que tienen interés por conocer. Conociendo aprendemos y sobre todo podemos opinar con saber.